Por: DieGO
En algunos minutos se ocultará el último sol de 2012.
Pasadena. A puerta cerrada de prepara el Rose Bowl Game, el partido de fútbol americano más tradicional de California, disputado hace más de un siglo, en la misma cancha donde Andrés Escobar marcó aquel fatídico autogol en la Copa Mundial de Fútbol en 1994. Pero nadie lo recuerda. El año comenzará con el desfile de rosas.
"Aquí (en los Estados Unidos) de cada tres mujeres, dos pesan lo mismo que la otra".
San Francisco. Un día extraño. El cielo está abierto, azul, se ve toda la ciudad, aún así, es imposible ver gente de San Francisco, parecieran haberse fugado todos y sido reemplazado por coreanos, pero del norte. Hay tantos como Starbucks en las calles del centro y mendigos en sus puertas. La ciudad del Golden Gate y los tradicionales cablebús ronda los 20 grados, es más de lo que acostumbra tener en verano.
Hollywood. El famoso letrero publicitario de la empresa Hollywoodland sobrevive sin sus últimas letras en medio del desierto, a varios kilómetros del Hollywood Boulevard donde miles de turistas le toman fotos a la distancia tras pisar decenas de descuidadas estrellas con nombres, para muchos, desconocidos. Lejos de todo.
Beverly. Las colinas con este nombre sobrevalorado albergan algunos de los nombres más famosos del cine norteamericano, cerca, restaurantes, parques, hoteles y tiendas con historias de las estrellas, un mundo de película, más cercano a la ficción que a la realidad.
San Ysidro. Emulando al muro de Berlín, grandes paredes separan al último pueblo estadounidense de Tijuana, México. Son cerca de tres horas de espera para quienes desean ingresar a California, muchos, simplemente para comprar productos de reconocidas marcas con grandes descuentos en el centro de comercio más recóndito del estado. Según los visitantes, de acuerdo a la calidad y el precio de los productos en México, vale la pena pedir el permiso y soportar los interminables trámites para buscar un regalo al otro lado del muro que termina en las montañas pues más allá "el gobierno le deja el trabajo al desierto y a los coyotes".
Los Ángeles. Hasta la invasión norteamericana hace algo más de un siglo, España fue la dueña de estas tierras tierras, sin embargo, la cultura, la arquitectura y los nombres de esta ciudad y su centro, son marcadamente mexicanos. Aún hoy, son la mayoría de pobladores en la más popular ciudad del estado. Más allá del peso administrativo de la ciudad y algunos eventos en el teatro Nokia y el centro Staples, nadie viene por aquí. El centro está lejos de todo. En esta ciudad, todo está lejos de todo.
"Los Ángeles tiene 81 ciudades, son sus barrios, todos distantes entre sí."
San Diego. La bahía más amable del sur de California. Ciudad pensada para humanos antes que para vehículos, no parece estadounidense en ese sentido. Trenes, trolley (metro), autobuses, taxis y hasta bici taxis con grandes parlantes rebosantes de la música de la ciudad acercan a propios y extraños a sus destinos y, muchas veces, a sus sueños; paralelos a peatones y ciclistas, cada quien con su espacio, mucho espacio, respetado y acompañado por la amabilidad de todos. A diferencia de los Ángeles, mucho menos turística y mucho más cerca de todo.
Aquí, en el Océano Pacífico, en pocos minutos, aparecerá la última luna de 2012.