Por: DieGO
Como los líquidos dentales que revelan la caries y otros problemas dentales, los partidos de América contra Atlético Nacional, Millonarios y Deportivo Cali desnudaron todas las falencias de los Diablos Rojos y dejaron más que claro para qué está la nómina que conformó Hernán Torres.
Eran, sin margen de error, los tres partidos más esperados, y no hubo nada que festejar, ninguna celebración, solo lecciones que están a tiempo de aprenderse.
América no fue capaz de marcar un solo gol en ausencia de Ernesto Farías. Solo cuando el 'Tecla' ingresó en el clásico logró encender 'la mechita'. Le puso un gol a Jeisson Lucumí y anotó otro, que le fue (¿mal?) anulado por un fuera de lugar de Diego Hérner.
La columna vertebral del rojo es muy frágil: la defensa se desbarata si no está 'don' Efraín Cortés y el mediocampo se desmorona si falta Camilo Ayala, dos jugadores que, pese a no ser brillantes técnicamente, son imprescindibles en la táctica, ya que la nómina es muy limitada y se notó especialmente en Bogotá, donde se volvió a ver un equipo "de la B", en la peor presentación de los Diablos Rojos desde la llegada de Hernán Torres.
Hubo contrataciones, no refuerzos: Yorleys Mena pisó tres balones en Bogotá, fin. Ni él ni Charles Monsalvo hacen diferencia en la delantera americana, y el uruguayo Santiago Silva está al final de la fila, así que entre los tres no se consigue el reemplazo de Féiver Mercado, quien sin ser un delantero de clase mundial, aportaba cuando tenía oportunidad.
Anderson Zapata era una cara desconocida para los hinchas de América cuando saltó al terreno de juego, su nivel no da para que deje de ser así en un futuro próximo. A duras penas Luis Enrique Martínez pelea el arco... en la Copa, con el tercer arquero.
Solo Juan Camilo Hernández destaca entre las nuevas caras, pero todos sabemos que apenas saque la cédula se irá para España.
El nivel de este América es similar al de 2011, apenas suficiente para llegar a los 8, y poco más. Tampoco va a descender, pero si Tulio Gómez y Hernán Torres pretenden que el fantasma de la B deje de aparecer en cada tribuna que visitan, tienen que pensar desde ya en reemplazar (o en el peor de los casos, acompañar) los experimentos y la fe con fichajes de peso y buen presente para el segundo semestre.
Como los líquidos dentales que revelan la caries y otros problemas dentales, los partidos de América contra Atlético Nacional, Millonarios y Deportivo Cali desnudaron todas las falencias de los Diablos Rojos y dejaron más que claro para qué está la nómina que conformó Hernán Torres.
Eran, sin margen de error, los tres partidos más esperados, y no hubo nada que festejar, ninguna celebración, solo lecciones que están a tiempo de aprenderse.
América no fue capaz de marcar un solo gol en ausencia de Ernesto Farías. Solo cuando el 'Tecla' ingresó en el clásico logró encender 'la mechita'. Le puso un gol a Jeisson Lucumí y anotó otro, que le fue (¿mal?) anulado por un fuera de lugar de Diego Hérner.
La columna vertebral del rojo es muy frágil: la defensa se desbarata si no está 'don' Efraín Cortés y el mediocampo se desmorona si falta Camilo Ayala, dos jugadores que, pese a no ser brillantes técnicamente, son imprescindibles en la táctica, ya que la nómina es muy limitada y se notó especialmente en Bogotá, donde se volvió a ver un equipo "de la B", en la peor presentación de los Diablos Rojos desde la llegada de Hernán Torres.
Hubo contrataciones, no refuerzos: Yorleys Mena pisó tres balones en Bogotá, fin. Ni él ni Charles Monsalvo hacen diferencia en la delantera americana, y el uruguayo Santiago Silva está al final de la fila, así que entre los tres no se consigue el reemplazo de Féiver Mercado, quien sin ser un delantero de clase mundial, aportaba cuando tenía oportunidad.
Anderson Zapata era una cara desconocida para los hinchas de América cuando saltó al terreno de juego, su nivel no da para que deje de ser así en un futuro próximo. A duras penas Luis Enrique Martínez pelea el arco... en la Copa, con el tercer arquero.
Solo Juan Camilo Hernández destaca entre las nuevas caras, pero todos sabemos que apenas saque la cédula se irá para España.
El nivel de este América es similar al de 2011, apenas suficiente para llegar a los 8, y poco más. Tampoco va a descender, pero si Tulio Gómez y Hernán Torres pretenden que el fantasma de la B deje de aparecer en cada tribuna que visitan, tienen que pensar desde ya en reemplazar (o en el peor de los casos, acompañar) los experimentos y la fe con fichajes de peso y buen presente para el segundo semestre.
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