El cáncer del fútbol colombiano

Por: DieGO

Los mismos errores directivos, el mismo cuerpo técnico y resultados cada vez más deprimentes, así como una liga en evidente decadencia - sí, la octava mejor del mundo, según dicen - son la muestra clara del estancamiento del fútbol colombiano, anacrónico y cada vez más crítico. Nos quedamos en el siglo pasado.

Cada vez hay jugadores con más trayectoria internacional, con hojas de vida de mayor peso, no obstante el jugar todos fuera les hace carecer de una identidad nacional, a las canchas salen once muy buenos jugadores, mas no un equipo representativo nacional. Pero ellos no tienen la culpa de la devaluación del balonpié colombiano ni de que en este país "el fútbol se baile".


El problema para muchos radica en los técnicos, la juvenil la dirige Eduardo Lara, quien tras los éxitos cosechados por Reinaldo Rueda, lleva seis años de fracasos y errores. El hombre que no fue capaz de llevarnos a unos olímpicos y, de no ser anfitriones, nos habría dejado también fuera del mundial pues hizo el ridículo en el sudamericano de Perú, el mismo que prometió dejar la selección independiente del resultado en el Mundial y cuya renuncia aún no aparece. Ya debería dedicarse abiertamente a ser empresario de jugadores o cazatalentos que no lo hace mal, pero no más como entrenador.
La novela del Bolillo Gómez

Se vuelve a confiar en Hernán Darío Gómez como seleccionador mayor, si bien ha sido campeón hace veinte años con un club y fue el último seleccionador en tenernos en un Mundial, esto fue el siglo pasado, y tras sus éxitos con Ecuador lleva más de seis años de fracasos. 

Desde siempre ha mantenido al país polarizado, por significar la continuidad de procesos agotados, por su procedencia, por el fútbol que profesa, por su forma de ser y por sus decisiones dentro y fuera de las canchas.

Y la última decisión extrafutbolística fue golpear a una mujer en una noche de tragos en un bar de la capital. ¿Bebió más de la cuenta? Quizás, pero lo hizo durante el Mundial Sub 20, con los ojos del planeta encima, siendo veedor (¿y bebedor?) oficial de la FIFA, debiendo respaldar como seleccionador mayor, al equipo juvenil que tenía la mayor responsabilidad de su historia; obligándole a renunciar y dejar un país a la deriva a punto de iniciar el camino a Brasil 2014, que desde ya luce pedregoso.

Como es natural en este país, las reacciones fueron desmedidas, como las mujeres que amenazaban con no regresar a un estadio si Gómez seguía dirigiendo. ¿Si crea un programa en la pantalla chica dejarán de ver televisión? ¿Si monta un restaurante o una panadería dejarán de comer? Luego vinieron las excusas y las apologías -también las declaraciones infortunadas de directivos que mencionaré más adelante-, los debates, la polémica y pronto vendrá el olvido. Es el bien conocido ciclo de los escándalos en Colombia.

Al medio país que ya rechazaba al profe Hernán ahora se suman 4500 Glorias, ya tiene sentido la publicidad de "nos gusta creer"

Ahora bien, el problema no nace en los técnicos. ¿Quién está encima de ellos? Francisco Maturana. Sí, el técnico más laureado del país, nos llevó a mundiales, fue campeón de América tanto con un club como con la selección... hace diez años ya, luego nos ha eliminado de dos mundiales, y también a otros países. Nos acostumbramos a "perder es ganar un poco".

Pero hay que llegar a la base de la pirámide para entender los problemas: una Federación de fútbol cuya estructura está ajena al fútbol colombiano, distante de la liga profesional comandada por la División Mayor del fútbol colombiano (Dimayor) y lejana a la División del fútbol aficionado (Difutbol) manejadas de manera independiente como instituciones que respectivamente han permitido el desangramiento y la separación total del fútbol profesional, el aficionado y las selecciones nacionales, unas sin identidad en común que las haga sólidas.

A los jugadores los selecciona el entranador nacional, a este el director deportivo y a él... el comité directivo de la Federación colombiana de fútbol. Comité conformado por un directivo como Álvaro González Alzate, autor de disparates como “Que tal que a Piedad Córdoba, quien siendo mujer y quien merece el respeto de nosotros. Y que encuestas han confirmado que tres cuartas partes del país la odian a muerte, hubiera sido la agredida. No estaría todo el mundo aplaudiendo y felicitando al hombre que la agredió” o el señor Javier Cogollo quien le envía al técnico chistes como "Atención, noticia de última hora: capturado por terrorista el 'Bolillo' Gómez cuando se desplazaba en Argentina con 11 petardos" cuando el equipo recién ha sido eliminado de una copa América; y presidido por Luis Bedoya, quien más allá de un título en unos juegos sudamericanos realizados de Medellín 2010 donde los rivales fueron Ecuador y Bolivia, no ha ganado nada.

in ir muy lejos, es un comité que tiene una sede en Montenegro, Quindío, a 1300 metros (sobre el nivel del mar) de diferencia tanto con Bogotá como con Barranquilla, sedes habituales de la selección, y a unas diez horas de cada una; un comité al que los grandes técnicos le huyen por querer pagar demasiado poco y no brindar la estructura de trabajo necesaria para exigir resultados, ni siquiera un lugar propio en la ciudad de las concentraciones; ¿es un comité realmente capacitado para guiar nuestro destino? 

Sí, es una organización privada, pero que "representa" a todo un país. Y de fracaso en fracaso podemos perder otro mundial y una generación dorada de jugadores. Yo (¿seré muy iluso?) espero ansioso la renuncia de más de un directivo del fútbol, si es que les interesa un poco su desarrollo, para un futuro más promisorio.

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