La Gira del Resurgimiento

Por: DieGO

15 meses, cerca de 30 ciudades, alrededor de mil fotos e innumerables experiencias marcan esta etapa que termina llena de momentos y personas que los marcaron.
Es el momento para resumir los instantes, agradecer a quienes los hicieron memorables y rememorar lo inolvidable.
     LOS DESTINOS

Haré un esfuerzo por resumir en pocas frases cada lugar, por supuesto mucho se quedará por fuera...
Madrid 
Pamplona, Navarra (España): El epicentro y la excusa, capital de la zona verde de España, marcada por la gran fiesta que es el tradicional San Fermín y los 358 días que se pasan esperándolos y poco más.
Logroño, La Rioja (España): La primera salida, una noche de fiesta entre una arquitectura que conjuga modernidad y antigüedad.
Barcelona, Cataluña (España): La ciudad más europea de España, la capital catalana invita a quedarse, a explorarla, a apreciarla y a envidiarla. Un día puede ser suficiente, pero siempre faltan más.
Toledo, Madrid (España):  Una tarde de película, una ciudad amurallada llena de acero y sus productos y rodeada por una vegetación que contrasta agradablemente. En todo momento da la sensación (por su arquitectura, valga la aclaración) de ser un invasor, y de haber regresado algunos siglos en el tiempo.
El Escorial, Madrid (España): No me gustó. Un pequeño y ameno pueblo con mucha referencia histórica y mucha recomendación, pero con poco para conocer.
Santander, Cantabria (España): No la conocí en las mejores circunstancias; su cielo es turbulento, su costa agitada, y su tierra organizada alrededor.
Düsseldorf / Frankfurt - Hahn: (Alemania) Tienen dos bonitos aeropuertos.
Berlín (Alemania): El paraíso donde celebré mi cumpleaños es una ciudad visiblemente afectada por tres cuartos de siglo siendo el eje de las guerras mundiales (la primera, la segunda y la fría), y que presenta notables contrastes y cambios constantes realizados por una gente de una cordialidad admirable y con infinita disposición a colaborar a propios y extraños, imprimen el sentido de unión que hace ésta la capital alemana.
Bérgamo, Milán (Italia): Un aeropuerto desorganizado - como también los dos de Roma - y un centro comercial no dan la imagen más nítida de una ciudad... pero los Panzerotis son deliciosos.
Bilbao, País Vasco (España): Algo inhóspita y tosca, como los vascos, no obstante lo segura y tranquila y el poco tiempo que tuve para disfrutarla.
Hendaya (Francia): Villa fronteriza, parte del País Vasco en territorio francés, muy bien comunicada con España. Poco más por decir... y por ver.
París (Francia): Dos viajes muy diferentes y una misma conclusión: "La ciudad luz" confunde los sentidos, da gusto a la vista, enreda al oído, complace al gusto, espanta al olfato y desangra al bolsillo.
San Martín De La Vega, Madrid (España): Es el pueblo que alberga el parque temático Warner en la comunidad de Madrid. Agradable parque y cómoda estación de trenes.
Lisboa (Portugal): Al estar tan cerca al Atlántico es una ciudad cálida, como su gente, con similitudes arquitectónicas a latinoamérica. Su sistema de transporte es más que suficiente, sin ser el más moderno. Nunca entendí porqué a pesar de su estratégica ubicación no es la puerta de entrada a Europa, pues su aeropuerto mueve poquísimos vuelos fuera del continente.
Belem, Lisboa (Portugal): Muy cerca de Lisboa, prácticamente sin salir de la capital portuguesa, es cuna de los famosos Pasteis do Belem, unos típicos pastelitos con sabor similar a la leche asada, y de no menos renombradas atracciones turísticas como la Torre de Belem y el Monasterio Dos Jeronimos.
Porto (Portugal): Una buena compañía puede convertir un paseo bueno en uno memorable, y Porto es una ciudad que lo confirma. Sin ser la más comercial, turística ni momumental, su accidentada topografía contrasta su modernidad y enmarca su bien ganada tradición vinícola. Bastó un día para conocerla, contemplarla y disfrutarla.
Mont-Meló, Cataluña (España): Aunque el autódromo está a las afueras y mal comunicado, esta pequeña villa respira y vive de los grandes premios que allí se realizan y de todo lo que estos originan.
San Sebastián, País Vasco (España): En el más duro verano o durante el más puro invierno, esta playa siempre ofrece algo al turista, su ubicación - frontera vasca entre España y Francia - la convierten en un punto convergente abierto a distintas posibilidades, ideas, aires y posiciones que se reflejan en lo que se observa, se escucha  y se respira.
Valencia, Valencia (España):  Hermosa para ver, agradable para caminar, pero fatal para comer y difícil de respirar por su alta humedad. Es la ciudad que mejor refleja la imagen de lo que es España. Para algunos, la ciudad más bonita de la península. Combina magistralmente lo clásico, lo cual conserva muy bien, con lo moderno y lo original.
Bogotá (Colombia): Mi casa, mi gente, con todos sus problemas y atrasos, es una ciudad con mucha vida, a la que siempre volveré y donde nunca me dejo de sentir bienvenido. Mi lugar.
Funza, Cundinamarca (Colombia): Pequeña y acogedora, con mucha juventud, con la calidez colombiana por doquier. Tranquila.
Chía, Cundinamarca (Colombia): Pequeña pero tranquila, ubicada al norte de Bogotá cuenta con un crecimiento urbano muy rápido y aún con gente muy sencilla.
Mosquera, Cundinamarca (Colombia): Algo limitada y dependiente de los municipios vecinos, además, claro, de Bogotá, parece hecha por pedazos. Sin embargo es bastante tranquila y linda para pasear o residir.
Candanchú (España): Paraíso de nieve entre España y Francia, ubicado en los Pirineos, ideal para esquiar y pasar un poco de frío.
Atenas (Grecia): Clásica, cada lugar cuenta una historia, cada escenario, una época, y cada persona, un día a día difícil de entender por cuestión idiomática, pero donde se ve el esfuerzo por entender y la buena gana de interactuar con propios y extraños, y como ya he escrito, la dimensión de lo épico sólo se puede comprender cuando se llega a donde los héroes han nacido.
Roma (Italia): Vieja como la historia de su imperio pero con los atascos del tercer mundo. Su legado está atropellado por la modernidad, pareciera que el coliseo romano estorbase a la ciudad actual. Salvo los hombres del estadio que me regalaron la boleta para conocer el legendario Olimpico di Roma, no son muy amables los romanos.
Y Madrid, Madrid (España): Mi segunda ciudad, a donde siempre volví y quizás vuelva, doce viajes, algunos de escalas, algunos de varios días, en avión, tren, autobús y furgoneta, y siempre con algo nuevo para ver y/o hacer, y jamás sin muy gratas compañías, una ciudad un poco estancada en lo clásico pero con una adaptación admirable a los tiempos de hoy. 
LA GENTE

Durante mucho tiempo he pensado que las personas importantes no son aquellas con las que soñamos, sino esas con las que cumplimos nuestros sueños, y durante toda esta era algunas personas han sido fundamentales para convertir este sueño en una realidad que ahora leen ustedes.

Hay que comenzar por el principio: Mis padres, quienes me han apoyado y respaldado mis decisiones y han hecho grandes esfuerzos por facilitarme todo en este camino. Toda la gente de Foro europeo, especialmente Arantxa, María y todas las chicas de RRHH de quieres aprendí mucho más que lo académico.
Mención especial para Álvaro (aka Pimp, chiqui, Buzz Lightyear...), con quien compartí, aprendí, me embriagué, discutí, viajé, comí su "sanduchico mítico", y quien nunca me dejó morir; y para don Peter, gran compañero de estudios y de piso, a pesar de opinar todo lo contrario a mí.
Punto aparte para Julián, Ányela, Ricardo, doña Vicky, quienes siempre me brindaron calor de hogar a pesar de la distancia, sin olvidar a Óscar y Josep, claro.
Luis, gracias por la oportunidad y todas las enseñanzas, ahora veo un poco más cuando miro (ver el blog de Marketplace)
Por otro lado - y desde otro lado - Diego y Gabriela, por tener siempre mucho para compartir, y quienes me acogieron en el verano junto a Álvaro y Beto.
En el verano también reapareció Érika, "la churra" para sacarme a pasear por la península y apoyarme en duras semanas.
Otra mención de honor para Ana, "mi española favorita", quien lleva tal título con todos los méritos, quien sin obstar los más de 400 km siempre estuvo ahí en los momentos más importantes y también por darme una gran lección de lealtad.
También en Madrid tuve siempre las puertas abiertas de Alfredo y Catherine (y de Lucas, por supuesto), como de Magnolia y Alexánder, con quienes compartimos el ser familia lejos de la familia.
Ya en Colombia debo rememorar a Nadia, la mujer de los regaños, los consejos, los ideales y el original e infaltable mensaje navideño (vean su blog, está muy bien). Saludar igualmente a Cristian, el mismo de las caminatas matanza y las hamburguesas a mil - ¿a cómo? A mil -, una sin carne y una doble carne.
A mi vecina Andrea, con la que viví noches fantásticas (charlando, tomando mate y viendo estrellas), a Carolina, la de la arepa sabrosa, a Juan Pablo, Cristian, Diana y toda la peña de mi barrio, los amigos de toda la vida, a Daniel, el que me deja volando el computador para poder escribir todo esto, y cómo no, a toda mi familia por aquí y por allá, como Katherine, de quien tengo enseñanzas fundamentales para todo este camino.

Algunos/as se me quedarán por fuera en este texto, igual saben que están ahí y que sin ellos esta gira no habría sido lo que fue. A todos, infinitas gracias... y felices fiestas ahora, en este nuevo año 2010 y siempre.

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