Por: DieGO
Pocos minutos después de las 10 de la mañana, la noticia llegó a despertarme: Mi abuelita, la profesora María, se había ido.
Aunque hacía apenas algunas semanas habíamos salido a caminar por última vez, su partida no sorprendió: una infección había deteriorado su salud y antes de volver a una clínica, su cuerpo decidió dejar de respirar.
Cuando la vi, parecía simplemente dormida, irradiaba paz, la misma de los últimos tiempos, solo que esta vez, no despertaría más.
Ya nos había olvidado, y vivía feliz, pues más que nombres, datos o fechas, eran los problemas, las preocupaciones, las enfermedades y las dificultades, las que habían quedado en el olvído, así que se mantenía absolutamente relajada, siempre dispuesta a brindar una gran sonrisa, un beso o un abrazo a sus seres queridos.
Y así nos dejó la mayor lección de vida en sus 92 años, una mayor a todas las que dio a varias generaciones de alumnos suyos: Olvidar todo rencor, pelea, discusión, y dedicarnos a disfrutar y vivir en paz.
Mi abuelito partió mucho antes, y nos la prestó durante 14 años, ahora - ya era justo - están juntos de nuevo.
D.E.P. Abuelita María. 12-11-21 / 27-03-14 |
Aunque hacía apenas algunas semanas habíamos salido a caminar por última vez, su partida no sorprendió: una infección había deteriorado su salud y antes de volver a una clínica, su cuerpo decidió dejar de respirar.
Cuando la vi, parecía simplemente dormida, irradiaba paz, la misma de los últimos tiempos, solo que esta vez, no despertaría más.
Ya nos había olvidado, y vivía feliz, pues más que nombres, datos o fechas, eran los problemas, las preocupaciones, las enfermedades y las dificultades, las que habían quedado en el olvído, así que se mantenía absolutamente relajada, siempre dispuesta a brindar una gran sonrisa, un beso o un abrazo a sus seres queridos.
Y así nos dejó la mayor lección de vida en sus 92 años, una mayor a todas las que dio a varias generaciones de alumnos suyos: Olvidar todo rencor, pelea, discusión, y dedicarnos a disfrutar y vivir en paz.
Mi abuelito partió mucho antes, y nos la prestó durante 14 años, ahora - ya era justo - están juntos de nuevo.
Gracias por una vida de enseñanzas.