El visitante desciende del transporte público en la carrera 68, no hay más vías de acceso hasta la distante avenida Quito. Cruzarle con seguridad a través de la calle 63, debe hacerse a través de los túneles que se conectan sobre la carrera y bajo la calle, conectando las cuatro esquinas del popular cruce. Desde allí, a más de un kilómetro de los escenarios, se siente la saturación de olores, vendedores y jóvenes de negra vestimenta, y la reducción de espacios que ahogan el acceso al Parque Metropolitano Simón Bolívar, donde ya hace varios años se centró el festival expulsando a los demás parques y sectores de la ciudad.
DieGO es un comunicador social y periodista, amante de la radio y el deporte, amigo de los viajes y la fotografía, profesor de Español como lengua extranjera, técnico en prevención de riesgos laborales y máster en dirección de recursos humanos...