La Leyenda Continúa

Por: DieGO

Por la carretera de Sasaima, un grupo de uniformados resguardados en una pequeña caseta asaltan a los vehículos que transitan la ruta, y posteriormente les obligan a pasar por terribles trochas, con más huecos que asfalto, para llegar a su destino. Esta modalidad de robo es llamada "peaje". Muchos de estos, y los constantes letreros de "obra en la vía" enmarcan el camino a la costa, la futura "ruta del sol".

Así emprendemos viaje la tarde del miércoles, Carlos "pocho" Amaya, Richard Leguízamo y quien firma esta nota, en la móvil 2 de la cadena Súper de Colombia. Varios tramos con paso a nivel donde pudimos estirar las piernas mientras los vehículos permanecían inmóviles en la carretera, mientras la cantidad de curvas iba disminuyendo y la temperatura ambiente aumentando.

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La Leyenda Vallenata

Por: DieGO

La leyenda vallenata cuenta que esta región era habitada por los indígenas Chimilas, descendientes de la gran Nación Tupe, que habitó la región geográfica de la hoya del río Cesar, lo de Valledupar viene porque esto era el valle del cacique Upar, ellos estaban en guerra con los españoles. Los españoles que eran comandados por un capitán Antonio de Mendoza, habían arrasado la región de Los Tupes; esta región era dominada por el cacique Coroponiaimo. 
 
La suegra de Corponiaimo era una especie de bruja dentro de la tribu, ella había sido torturada por el capitán Antonio de Mendoza, esto molestó mucho a los indígenas que llegaron y se replegaron por toda la laguna del Cicarade. Ellos sabían que los españoles debían pasar por allí, por ese sector a tomar agua, ellos enveneneron las aguas de la laguna Sicarade con barbasco, una planta venenosa, cada uno de estos españoles que tomó agua de la laguna murió envenenado y es cuando los que están moribundos imploran a la virgen del Rosario que los salve. Cuenta la leyenda que la virgen se aparece y tocando con su báculo de oro a cada uno de los soldados los resucitó.

Esa es la verdadera leyenda del milagro que se conmemora religiosamente por la Orden de La Leyenda o de la Virgen del Rosario, un grupo de personas que hay en la ciudad, que hacen una remembranza de lo que sucedió en esa ocasión y se celebra en los últimos días del mes de abril.

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