Memorias de una lechuza

Por: DieGO

Comenzando este mes sucedió el reprochable episodio de la patada al ave insignia de la cancha del estadio Metropolitano de Barranquilla, por parte del jugador panameño del Deportivo Pereira, esto fue un dolor de cabeza más para un equipo que tiene un pie en la B tras no ganar un partido hace más de un año en la Liga local, y terminó con el remoquete de "Lechuza" Moreno para el protagonista.
Consecuencia de la calentura del partido y tal vez del desconocimiento, "lechuza" Moreno se equivocó en la forma, al intentar sacarla de la cancha, y no vale la pena ahondar más en el hecho, pues más reprochable que el mismo, fue la reacción de muchos colombianos.

"Lo querían matar", me cuenta un gran amigo de Barranquilla, gran conocedor de la leyenda de las lechuzas que habitan en el estadio y se posan en el arco sur del "Metro" para darle una victoria al Atlético Junior. No fue cualquier pájaro, es un símbolo de Barranquilla, lo cual maximizó todo. Eso y ser visto en vivo por todo el país a través de la televisión.

¿El resultado? Un hombre que reconoció su error, pidió disculpas al país y agachó la cabeza esperando la sanción de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor)
¿Y cómo reaccionó el país? Algunos decían reprochar la violencia y pedían que lo agarraran a patadas (¿realmente la reprochaban?), otros que lo extraditaran, unos querían su muerte y los más pacifistas, duras sanciones para el futbolista.

Finalmente la Dimayor emitió su sanción: "dos fechas de suspensión y multa de un millón setenta y un mil doscientos pesos ($1.071.200,oo) por provocación al público", de acuerdo a la resolución 007, en la cual explica además: Conducta de esta índole se hallan contempladas en el artículo 80 del Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol, el cual dispone:
“Artículo 80. Provocación al público.
El jugador que provoque al público durante un partido será sancionado con una suspensión de dos (2) a cuatro (4) fechas y una multa de dos (2) a ocho (8) salarios mínimos mensuales legales vigentes al momento de la infracción.” 

Sin embargo, la sanción del público fue mucho más cruel, llegando incluso amenazas contra su vida y la de su familia, al punto de causar un daño emocional en el deportista.

"Esta semana un padre violó a su hija de tres años y nadie dice nada", argumenta Alexis García, hombre de fútbol que como muchos no justifica la acción pero considera desmedida la respuesta de la gente, "en este país pasan cosas realmente atroces y nadie se moviliza", añadió en la entrevista.

havladdorias.blogspot.com
Y es cierto, sin embargo no hay que ir tan lejos para entender la falta de dimensiones del país; muchos de los que recriminan a un hombre que sin otras intenciones cuchareó con el pie a una lechuza para sacarla de la cancha, aplauden en una plaza que alguien clave una espada en un (otro) animal con la firme intención de asesinarlo y descaradamente le llaman "arte" al toreo, criticado por colegas periodistas pero apoyado y transmitido por los medios para los cuales trabajan.



Es lamentable la actitud ante este hecho mientras un grupo de policías asesina a palazos a un perro indefenso en otro lugar del país y guardamos silencio ante semejante crimen.

Y ni qué decir de quienes piden la muerte de un hombre por cucharear un ave mientras tienen un ave en su cuchara... o cualquier otro animal que no llega por arte de magia allí.

Cómo no se atragantan al criticar una patada a un animal mientras tantos millones son despojados de su libertad y asesinados con esa intención, incinerados y descaradamente devorados por seres supuestamente más sensatos, ¡con esa intención!

Esa es, para mí, una de las mayores muestras de la doble moral que nos consume.

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